martes, 14 de marzo de 2017

Día internacional de la mujer (8 de marzo). En recuerdo de Emmeline Pankhurst.


Emmeline Pankhurst (1858-1928) es uno de los nombres más importantes en la historia del sufragismo en la Inglaterra de principios del siglo XX.  Sus padres, su marido y sus hijas creían en la necesidad de cambiar la sociedad y de dar a las mujeres un papel más activo en el mundo que avanzaba ya a pasos agigantados. Pero el camino no fue fácil. Emmeline fue detenida en varias ocasiones, quedó viuda de manera prematura y acusó en su vida personal la dificultad que comportaba dedicar todos sus esfuerzos a una causa que, al menos, pudo ver materializada antes de morir. Fue gracias a Emmeline Pankhurst y a muchas otras sufragistas por lo que en 1928 se aprobó el derecho al sufragio femenino en Inglaterra.

Emmeline fue un elemento clave a la hora de lograr el sufragio femenino.  Se crió en una casa en la que sus diez hermanos indenpendientemente de su sexo tuvieron acceso a la educación. Por tanto, su familia se salió de los cánones de la época y fue educada en unas ideas muy modernas, si tenemos en cuenta que estamos a finales del siglo XIX. Su contacto con la política le llegó muy pronto, pues siendo pequeña ya acudía con su madre a los mítines en defensa del voto femenino. En 1889 creó la Liga de Mujeres con el objeto de aglutinar y dar forma al movimiento feminista muy activo por aquel entonces en Inglaterra. Poco después dicha asociación sería tildada de radical y peligrosa. En 1903 Emmeline dio un paso más en su carrera política con la creación de la Unión Social y Política de Mujeres.


Esta gran activista fue capaz de dar voz al colectivo femenino que en aquellos tiempos se sentía supeditada por completo a los hombres. Con la creación de estas organizaciones fue capaz de ir reuniendo cada vez a más mujeres que se unieron a la causa, reflexionando sobre su papel en el mundo. Evidentemente este camino no fue fácil porque las sufragistas fueron perseguidas y encarceladas. Sin embargo, su lucha no cayó en saco roto y  hubo un antes y un después para todas las mujeres. Su  trágica muerte al ser arrollada por un caballo del rey al que intentaba colocar una bandera sufragista, supuso un golpe terrible para todas las mujeres valientes que se enfrentaron a una sociedad inmovilista y profundamente machista. A partir de ese momento se convirtió en mártir de la causa sufragista y sus partidarias difundieron sus ideas por todo el mundo intentando hacer realidad el sueño de esta gran mujer.

Gracias a ella y a todas sus seguidoras, las mujeres pudimos conseguir el derecho al voto. Es por todo ello que admiro profundamente a Emmeline Pankhurst. 

Ella fue capaz de cumplir su sueño aunque su camino estuviera lleno de obstáculos y sufrimientos. Muchos de los derechos que hoy tenemos se lo debemos a ella y aunque es cierto que a las mujeres nos queda mucho para conseguir la verdadera igualdad, Emmeline Pankhurts abrió un camino que ya no tiene vuelta atrás.

Beatriz Borrego Merino, 2º de Bachillerato B

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