sábado, 11 de febrero de 2017

¿La moneda corriente tiene los días contados?

En la materia optativa de Comentario de Texto los alumnos de 2º de Bachillerato leen semanalmente textos periodísticos de opinión o bien se documentan sobre temas de actualidad con el fin de preparar la prueba de comentario de texto. Como fruto de este trabajo, presentamos en el blog algunas reflexiones muy interesantes que alumnos de 2º de Bachillerato A y B han realizado sobre la desaparición efectiva de la moneda corriente y la implantación del dinero electrónico en algunos países.  Los artículos de opinión que a continuación os ofrecemos han partido de una previa documentación en internet en distintas fuentes periodísticas, y de un debate en clase en el que los alumnos expusieron los pros y los contras de la desaparición de la moneda. 

MONEDAS AL CAJÓN.

Dinamarca, pionera en esta acción, se ha propuesto acabar con el dinero en efectivo en tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes. Este es el primer paso de un plan planteado por el primer ministro danés para convertir su Estado en el primero en acabar con las monedas y los billetes. Todo esto viene precedido del poco interés de las personas en utilizar el dinero en efectivo, ya que uno de cada tres daneses usa la famosa aplicación para Smartphone, MobilePay, que permite traspasar dinero de forma digital a otros teléfonos o dispositivos digitales.

La desaparición de la moneda en efectivo se hace cada vez más real e inminente, sustituyéndola por pagos virtuales a través de transacciones digitales por tarjetas de crédito o por una simple aplicación de teléfono. Un ejemplo muy claro de esto es la multitud de negocios a nivel local que cuentan con dispositivos digitales para cobrar de manera digital, lo que provoca que hoy en día ya se pague un simple aperitivo o una barra de pan por tarjeta.

Esto hace que sinceramente se piense que el dinero electrónico tiene más pros que contras como por ejemplo: mayor seguridad o comodidad por no llevar altas cantidades de dinero en la cartera. Del mismo modo, si se produjera un atraco o robo, no se podría robar el dinero de la tarjeta ya que está protegido por un pin de seguridad. Además de estas ventajas, el dinero electrónico nos permite el tener un completo control sobre las transacciones bancarias y controlar mejor el dinero en teoría.

Pero sin duda no todo iban a ser ventajas. Así pues, una de las desventajas es que la mayoría de nosotros tendemos a gastar dinero como locos y de forma innecesaria cuando no lo apreciamos físicamente, de tal manera que aumentaríamos nuestros gastos si solo poseemos dinero electrónico. Otra de las desventajas es el problema que supone el exclusivo pago con tarjeta para las personas mayores que no están acostumbradas a esta tecnología. De hecho, en este último caso,  podría resultar bastante complejo algo tan simple como comprar el pan o el periódico. Pero sin duda la peor desventaja sería, que si ocurriera una catástrofe informática similar a la sucedida en el año 2000,  estaríamos perdidos.

Por todo lo anteriormente expuesto, este único sistema de pago no es la panacea, y si bien es cierto que tiene muchas ventajas, también plantea enormes desventajas como es el uso en personas mayores o en niños, o el hecho de que la tecnología falle y nos encontremos desasistidos. A pesar de todo, la tecnología avanza de manera irremediable, y nos vemos abocados a un mayor uso del dinero electrónico. Así pues, las monedas tienen sus días contados, aunque todavía nos queda margen para guardarlas  de recuerdo en el cajón.


                                                                                    Mario Puente Dorado, 2º Bachillerato A


Hace unos días, mientras estábamos en clase, surgió un debate improvisado, nacido de una propuesta de comentario crítico que la profesora nos ofrecía. El tema trataba sobre la eliminación de la moneda corriente y su sustitución  por el dinero electrónico. En algunos países de Europa ya se ha puesto en marcha y en Cantabria se va a hacer una experiencia piloto. 

Al principio, todos los aspectos que surgían eran positivos, ya que tales medidas arrasarían de pleno con la economía sumergida, el mercado ilegal de personas, animales protegidos, drogas etc. Por otro lado, también nos encontrábamos con una mayor facilidad para los pagos, ya que nos tendríamos que ahorrar el ir a todos lados con dinero, y en caso de perder la tarjeta o el móvil con el que se realizan las transacciones, con una llamada sería suficiente para el bloqueo de ésta misma. Además, el Estado podría ahorrarse dinero en fabricar billetes y monedas, y destinarlo a otros aspectos de mayor importancia (educación, sanidad..). Y por último, los asaltos a bancos no tendrían sentido, ya que no habría dinero en metálico que llevarse.

A mi parecer y en teoría, los beneficios que este cambio de política monetaria ofrece son muy atractivos, pero quizás se me olvida un pequeño detalle: nos encontramos en España, un país en el que muchas personas dependen del dinero negro o no declarado, y no me refiero a aquellas personas que ganan dinero manchado de sangre a base de la salud de otras personas, como los traficantes de drogas o de personas. Me refiero a esos padres y madres de familia, víctimas de la crisis que hacen malabares con los pocos ingresos que entran en su casa (en el caso de que entren, a veces ni eso) para llegar a fin de mes, y que por tanto viven de los "chapús" que consiguen.

Creo que todos somos conscientes de que la economía sumergida no es la solución, pero también considero que si el propio estado se encargase de solucionar estos problemas, de tener en cuenta que somos personas y tenemos unas necesidades básicas, se eliminaría por completo y la economía sumergida dejaría de tener sentido. Está claro que no vale solo con perseguir a aquel fontanero en paro, que no hace factura de las cuatro “chapucillas” que realiza al mes, también vamos a perseguir a esas empresas con cajas “B”, pero sobre todo, erradicar la propia corrupción, quizá ese sea el problema. ¿Cómo se van a encargar de acabar con un problema los mismos que salen beneficiados de éste?

¿Cómo se nos puede pedir que no evadamos impuestos (para sobrevivir, en muchos casos), viendo que los que deben dar ejemplo meten la mano en las arcas del Estado por mero capricho, con sus bolsillos llenos y dispuestos a comprarse un traje carísimo y gastarse un dineral en una comilona? Quizás ahí esté la diferencia, aunque no es lo correcto y se deba encontrar otra solución, para que se lo gaste un político en llevar una vida que le queda grande, que se lo quede un proletario para dar de comer a sus hijos y ofrecerle a su familia unas condiciones mínimamente decentes de modo de vida.

Esta medida, por otro lado, incrementaría la dependencia del nivel de los bancos, les daría todo el poder. La economía española es muy inestable, pues presenta periodos cíclicos de crisis y de auge, lo cual en una buena racha está muy bien, pero en épocas de crisis el hecho de que no existan ahorros ajenos al banco, y su control total, nos podría incluso conducir a una quiebra del sistema económico.

En conclusión, creo que la implantación de éste sistema pago es muy atractiva, pero no es adecuada en España con las características que presenta actualmente. Debemos acabar nosotros mismos con la economía sumergida, pero empezando desde arriba, eliminando la corrupción y facilitando trabajo decente y bien remunerado a la población. Y así, quizás, con ese dinero que ya no se perdería, que ya no se evadiría, que ya se declararía se podría hacer mucho bien a la sociedad en general, ayudando a aquellas familias que verdaderamente lo necesitan.

Vivimos en un mundo globalizado, en un país interrelacionado, de tal manera que todo lo que hagamos nos afecta a todos. Mientras que sigamos siendo un país dirigido por algunos político (no todos, por supuesto) que no son verdaderamente honestos, nos encontraremos con la paradoja de que presos son aquellos que roban para sobrevivir, y los carceleros, aquellos que roban por ambición.

Laura Márquez Calvillo, 2º Bachillerato B

Dinamarca ya lleva tiempo preparando el adiós del dinero metálico. A partir del pasado 2016 muchos comercios daneses pueden negarse ya a vender al cliente si este va a pagar en metálico. Es tanto el entusiasmo en las tarjetas que el banco central danés ha dejado de producir dinero, es decir, ni billetes ni monedas. Según datos del año pasado, sólo el 25% de las compras que se llevan a cabo en este país se realizan en metálico, a lo que se añade el uso cada vez más generalizado del móvil para realizar cualquier tipo de compra. Poco a poco esta medida se está contagiando a otros países nórdicos, y con gran probabilidad nos terminará afectado a todos. Pero, como todo en esta vida el dinero electrónico no es perfecto y frente a las grandes ventajas, también plantea grandes desventajas, que ahora vamos a exponer:
Ventajas del dinero electrónico:
-Es un método de pago más cómodo y evita el tener que llevar dinero encima..
-Se acepta en la mayoría de los comercios.
-Nos permite el pago a través de internet fuera de nuestras fronteras y es más cómodo si viajamos..
-El pin de la tarjeta nos da una garantía de seguridad por si se pierde o por si nos la roban. 

Desventajas del dinero electrónico:
-El banco te cobra por tener una tarjeta de crédito.
-Hay personas que no están capacitadas para hacer un uso responsable, es el caso de las personas que tienen unas discapacidad psíquica..
-Se puede disponer de mucho dinero y este hecho puede hacer que gastemos de forma descontrolada.
-Si la tarjeta nos falla no podemos pagar o disponer de dinero.
-Si hay un corte de luz o de internet no se podrían efectuar los pagos.
-Los hackers pueden ser peligrosos.
-Estamos en manos de las entidades bancarias.

En mi opinión está bien que se efectúen pagos con tarjeta para cantidades grades de dinero y cosas por el estilo, pero creo que no es adecuado llegar hasta el punto de retirar el dinero en efectivo. En relación al control que ejerce la Agencia Tributaria sobre los ciudadanos, este sería total, y se acabaría con la economía sumergida. Pero por otra parte tendríamos la obligación de disponer todos de una tarjeta de pago. ¿Qué pasaría, entonces, con los niños pequeños o con las personas con una discapacidad psíquica?.  En conclusión, hay que pararse a pensar antes de erradicar la moneda corriente e implantar de forma exclusiva el dinero electrónico. 
Francisco Jesús Herrera, 2º de Bachillerato B  

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