miércoles, 25 de noviembre de 2015

100º Aniversario de la publicación de la Teoría de la Relatividad General de Einstein

En el día de hoy, en una emisora de radio,  contaron la anécdota de que a un niño de 5 años le regalaron una brújula. Fue tal la fascinación que sintió por intentar comprender las fuerzas que eran capaces de hacer mover la aguja de la brújula, que su determinación por encontrar respuestas a sus preguntas sobre la ciencia y la naturaleza le acompañaron desde entonces y hasta el final de sus días. Este niño se llamaba Albert Einstein.

En estos días se celebran los cien años de la publicación de una de las teorías científicas que movieron los cimientos de la Física Clásica, donde el amo indiscutible era Isaac Newton y su Ley de Gravitación Universal. Hablamos, claro está, de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein.


Albert Einstein


Según la Física Clásica, el espacio y el tiempo eran conceptos absolutos, no cambiaban, eran iguales en todas partes. Sin embargo, para Einstein, el espacio y el tiempo se podían deformar en presencia de grandes masas en el Universo, pudiendo variar según la velocidad a la que nos moviéramos. Se estableció la velocidad de la luz en el vacío, aproximadamente 300.000 km/s, como un límite cósmico constante que no se podía rebasar, en contradicción con la Ley de Gravitación Universal que Newton había formulado 300 años atrás.

En cierta forma, a pesar de las fórmulas y ecuaciones matemáticas de Newton, fue Einstein quien nos enseñó los misterios de la gravedad.

Si leemos en la publicación de El Diario de Jerez del 23 de noviembre la entrevista realizada a Sonia Fernández-Vidal, Doctora en Física Cuántica, podremos conocer algo más sobre esta Teoría revolucionaria que en estos días cumple un siglo entre nosotros y aun nos sigue fascinando:

“Según la Teoría de la Gravitación de Newton, la gravedad es una fuerza que afecta a los objetos de modo instantáneo, con lo que se saltaba el límite de velocidad que Einstein acababa de imponer. Albert Einstein construyó un modelo en el que la gravedad no sólo no sería instantánea, sino que viajaría exactamente a la velocidad de la luz. Acababa de nacer la Teoría de la Relatividad General.”

“En su modelo de Relatividad General, Einstein crea un tejido espacio-temporal cuya curvatura es lo que atrae los planetas hacia el Sol. Podemos visualizarlo como un colchón blando. Si tenemos una pareja corpulenta, deformará el colchón de tal modo que nos pasaremos la noche entera haciendo fuerza para evitar caer hacia él o ella. Del mismo modo se altera el tejido del espacio y el tiempo. En el colchón cósmico, el Sol deforma el espacio de modo que atrae a su alrededor los diferentes planetas.”

deformación del espacio-tiempo por grandes masas


“Como hemos visto, el Sol hunde el tejido espacio-temporal. Si en vez del Sol ponemos algo más grande, se hundirá todavía más. Ahora imaginemos que ponemos algo tan tremendamente denso que conseguimos que este tejido del espacio-tiempo se hunda mucho. Hasta que se crea un agujero, un agujero negro. Como en un desagüe, todo caería dentro de él, como en una cascada y ni la luz podría escapar de él.”

agujero negro, según Einstein

“La velocidad de la luz es una especie de límite cósmico, y nada en el universo puede superarla. Está prohibido. Esto nos lleva a uno de los efectos de la famosa Teoría de la Relatividad de Einstein: cuando te acercas a la velocidad de la luz, el tiempo se estira y las cosas se encogen. El tiempo va más lento o más deprisa según la velocidad a la que vas. Cuanto más rápido te mueves, más despacio pasa el tiempo. Un reloj en movimiento va más lento que uno parado." Son las famosas paradojas de los gemelos o de la pértiga en el garaje.

Sin embargo, parece curioso que a pesar del valioso legado que nos dejó Einstein, éste recibiera el galardón del Nobel de Física, no por su Teoría de la Relatividad, sino por sus contribuciones en Cuántica con el "Efecto Fotoeléctrico".

Desde el Departamento de Física y Química del IES LAGUNA DE TOLLÓN, animamos a nuestros alumnos a que crezcan con la inquietud por buscar respuestas a sus preguntas sobre la ciencia, la naturaleza y la vida. Y recomendamos algunos libros disponibles en la Biblioteca de nuestro centro, como excusa para seguir conociendo no sólo a Einstein, la gravedad, el Universo y otros grandes científicos o pensadores, sino ejemplares divulgativos o de narrativa científica, como por ejemplo:

 "Aristóteles, Leonardo, Einstein y cía"
 "Lo que Einstein no sabía"
 "De Arquímedes a Einstein: Los 10 experimentos más bellos de la Física"
·               "Historia del tiempo"
·"En Busca de Klingsor"
 "El gato de Schrödinger en el árbol de Mandelbrot"

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