viernes, 19 de septiembre de 2014

Efémerides: Nacimiento de Mika Waltari

El día 19 de septiembre de 1908 nació Mika Waltari, escritor finlandés de novelas históricas. 

"Quizá también desee que nos separemos como buenos amigos. Por esto te diré mi nombre, que es Nefernefernefer; se me juzga tan bella que nadie, después de haber pronunciado mi nombre, puede evitar repetirlo dos o tres veces."

Todavía recuerdo casi de memoria este fragmento de una de sus novelas más conocida, “Sinuhé, el egipcio” y que, aprovechando esta efeméride, quiero recomendar .

La historia transcurre en el Antiguo Egipto durante el reinado del faraón Akenatón. El protagonista  de la historia es Sinuhé, el médico real y cuenta su historia en el exilio después de la muerte de Akenatón. Perdió su posición, la casa de sus padres y su herencia debido a su fracasada relación con una cortesana. A lo largo de la trama, Waltari consigue integrar con maestría a un personaje ficticio como Sinuhé, hasta lograr que no seamos capaces de distinguir la historia de la ficción.

Una de los fragmentos que me pareció más emotivo es la carta que los padres le dejan escrita antes de su muerte:
«Senmut, cuyo nombre está inscrito en el Libro de la Vida, y su
esposa Kipa envían este saludo a su hijo Sinuhé, a quien fue dado en el
palacio del faraón el nombre de "El que es solitario". Los dioses te
enviaron a nosotros, y cada día de tu vida nos ha causado alegrías y
jamás pesadumbres, y nuestro orgullo ha sido grande a causa de ti.
Ahora estamos tristes a causa de ti, y estamos tristes porque has
tenido contratiempos y no hemos podido ayudarte como hubiéramos
querido. Y creemos que todo lo que has hecho has tenido razón al
hacerlo, porque no podías hacer otra cosa. No te quedes desolado por
nosotros, pese a que hayas vendido incluso nuestra tumba, porque no
lo habrás hecho sin una razón imperativa. Pero los servidores de la
justicia llevan prisa y no hemos tenido el valor de esperar el día de
nuestra muerte; pero la muerte es para nosotros bien venida como el
sueño para el hombre cansado y la casa para el ausente. Nuestra vida
ha sido larga y nuestras alegrías numerosas, pero eres tú, Sinuhé,
quien nos ha proporcionado las mayores cuando viniste a nuestra casa
siendo ya nosotros viejos y solitarios. Por esto te bendecimos y no
debes preocuparte porque no tengamos tumba, porque la vanidad de
las cosas es grande y acaso es mejor que desaparezcamos en la nada,
sin conocer los peligros y las angustias del largo viaje al reino del
Poniente. Recuerda siempre que nuestra muerte ha sido fácil y te
bendecimos antes de desaparecer. Que los dioses de Egipto te protejan
de todos los peligros, que el dolor sea evitado a tu corazón y tengas
tanto goce de tus hijos como nosotros hemos tenido de ti. Esto es lo
que te desean tu padre Senmut y tu madre Kipa.»

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