martes, 14 de enero de 2014

Las cosmogonías

Siguiendo la línea temática dedicada a la mitología, que ha caracterizado los últimos programas de la sección radiofónica "Carpe diem",  los alumnos de Latín de 4º de ESO B nos han hablado hoy de las cosmogonías (del gr. κοσμογονία) o de los relatos mitológicos que explicaban el origen del mundo. Para ello han utilizado como fuente el libro de la biblioteca escolar La mitología clásica. Dioses y héroes griegos y romanos de Melania Parisi (pp.4-7) en donde se recogen las dos principales teorías sobre el origen del mundo. 

La primera de ellas nos ha llegado a través de Homero y nos cuenta que en el origen de todas las cosas existía un principio generador masculino (el dios Océano) y uno femenino (la diosa Tetis), de cuya unión surgieron la tierra, los ríos, las ninfas que vivían en los cauces fluviales y en las montañas (las Oceánidas) y en definitiva todo lo existente. Los antiguos griegos consideraban que en esta génesis fue fundamental el concepto de movimiento continuo o circular de Océano, pues gracias a esto era posible justificar la forma de disco plano de la tierra y también el concepto filosófico de la vida en perpetua regeneración.


El dios Océano siguió teniendo importancia en la mitología griega,
incluso después de dejar de procrear y de que Zeus asumiera la soberanía de todos los dioses del Olimpo.

"La Noche" de Miguel Ángel
La segunda teoría vinculada a la tradición órfica exponía que en el origen del mundo no existía el agua sino la Noche, que era una diosa temible con forma de pájaro y alas muy negras que hacía temblar al mismo Zeus. Esta diosa fue fecundada por el Viento y fruto de esta unión surgió el mítico Huevo de plata del que nació Eros, el Amor primordial, llamado también Protogonos o Fante, el que lleva la luz al mundo.

Según esta teoría éste Huevo contenía en su parte superior el cielo estrellado y en su parte inferior todos los elementos que no formaban parte del cielo y que los griegos denominaba el "caos" (del gr. χάος), es decir, el espacio vacío o abierto.  Así pues, los órficos consideraban que este Huevo nacido de la Noche y del Viento era el símbolo de la vida, de la creación del mundo y de la perfección del universo.

Y hasta aquí nuestra sección radiofónica de hoy. 

La semana que viene seguiremos hablando de la creación del mundo en la mitología griega, pero nos centraremos en el nacimiento de los Titanes.

Deseamos que os haya gustado y como siempre agradecemos a nuestros alumnos de 4º de ESO de Latín su colaboración en la radio escolar


Bibliografía consultada:

Parisi, MelaniaLa mitología clásica. Dioses y héroes griegos y romanos , Editex, 2001, pp. 4-7 

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