martes, 4 de octubre de 2011

Göbekli Tepe: el nacimiento de la religiones.





Este yacimiento llamado Göbekli Tepe (en turco "Colina panzuda") es un antiguo santuario situado a unos 15 km. al nordeste de la ciudad de Sanliurfa ( la antigua Urfa o Edessa, donde según la tradición nació Abraham), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. Esta zona de Turquía se encuentra en el llamado “Creciente fértil”, famoso por ser el lugar donde nació la agricultura, pero si hasta ahora creíamos que la agricultura había dado origen a las ciudades y, más adelante, a la escritura, el arte y la religión. Ahora, el templo más antiguo del mundo sugiere que la conciencia de lo sagrado pudo encender la chispa de la civilización.
¿Pero cómo es este lugar?, ¿ Cuándo y quién lo construyó? Y ¿Qué significa?, son preguntas importantes que vamos a intentar responder en este programa y en el siguiente.
Göbekli Tepe, recuerda vagamente a Stonehenge (en Inglaterra), pero es mucho más antiguo y no está hecho de toscos bloques, sino de pilares de piedra caliza finamente tallados y adornados con bajorrelieves de animales: un desfile de gacelas, serpientes, zorros, escorpiones y feroces jabalíes. El conjunto fue construido hace unos 11.600 años, siete milenios antes que la Gran Pirámide de Keops, y contiene el templo más antiguo conocido hasta ahora. De hecho, Göbekli Tepe es el ejemplo más antiguo conocido de arquitectura monumental, la primera gran obra de piedra levantada por el ser humano en el X milenio a. C. Hasta donde alcanzan nuestros conocimientos, cuando se erigieron esas columnas no había en el mundo ninguna otra construcción de tamaño comparable.
Este lugar, Göbleki Tepe es una colina redondeada donde en 1994, el arqueólogo alemán, Klaus Schmidt, que soñaba de pequeño con descubrir cuevas prehistóricas, inició las primeras excavaciones en serio, en colaboración con investigadores turcos. “A los pocos minutos de llegar, recuerda el propio Schmidt, me di cuenta de que estaba en un lugar donde habían trabajado decenas o incluso centenares de personas varios milenios atrás”. Unos centímetros por debajo de la superficie el equipo encontró una piedra cuidadosamente esculpida. A ésta le siguió otra, y otra más, hasta sacar a la luz un círculo de pilares en pie. A lo largo de los meses y los años, el equipo de Schmidt, encontró un segundo círculo de piedras, después un tercero y a continuación varios más. En 2003 unas prospecciones geomagnéticas revelaron la existencia de al menos 20 círculos distribuidos desordenadamente bajo tierra. Los pilares eran de gran tamaño (los más altos medían 5,4 metros de altura y pesaban unas 16 toneladas) y presentaban en la superficie toda una galería de bajorrelieves de animales en diferentes estilos, con un claro carácter simbólico.
Los círculos presentan un diseño común. Todos están hechos de pilares de caliza en forma de una enorme letra T mayúscula, unidos unos a otros por unos muros bajos de piedra. En el centro de cada círculo había dos pilares más altos, hincados en el suelo.
Según Schmidt, los pilares en forma de T son figuras humanas estilizadas, como parecen confirmar los brazos esculpidos que parten de los «hombros» de algunos de ellos, con las manos dirigidas hacia el vientre cubierto con taparrabos. Todos miran al centro del círculo, «como en una reunión o una danza», dice Schmidt, en representación quizá de algún ritual religioso. En cuanto a las figuras animales que corren y brincan en las piedras, señala que se trata en su mayoría de bestias peligrosas: escorpiones venenosos, jabalíes en pleno ataque o leones feroces. Las figuras humanas representadas por los pilares podrían estar protegidas por esos animales, a los que pudieron atribuir un carácter totémico.
Pero, los enigmas se acumulaban a medida que avanzaba la excavación ya que por razones aún desconocidas, parece ser que los círculos de Göbekli Tepe perdían su poder, o al menos sus cualidades mágicas, al cabo de cierto tiempo. Tras unas cuantas décadas, la gente del lugar enterraba las columnas y levantaba otras nuevas, que formaban un círculo más pequeño dentro del anterior. A veces construían un tercer anillo de piedras pasado un tiempo. Después los constructores rellenaban toda la estructura con escombros y levantaban un nuevo círculo en las proximidades del anterior. Es posible que este proceso se haya repetido muchas veces a lo largo de siglos.
Para saber algo más sobre sus constructores y la importancia de este santuario os invito a escuchar el siguiente programa…Continuará.

(cfr. un interesante estudio de Charles C. Mann publicado en el Nacional Geographic que nos ha servido de base para este artículo)


Elena Toribio





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