lunes, 7 de marzo de 2011

"LOS SONIDOS DE LA MAÑANA". Programa dedicado a nuestros compositores andaluces (II parte) y en especial a JOAQUÍN TURINA.


“Los Sonidos de la Mañana”. Programa del Lunes 7 de Marzo dedicado a NUESTROS COMPOSITORES ANDALUCES ( II PARTE).
JOAQUÍN TURINA (Sevilla 1882 - Madrid 1949)
Y es que no podíamos olvidarnos de este andaluz universal. Joaquín Turina nació en Sevilla el 9 de Diciembre de 1882 en el en el seno de una familia unida, feliz y de clase media con un ambiente propicio a favorecer las inclinaciones artísticas y musicales que el niño pronto manifestó cuando, con apenas cuatro años, le regalaron un acordeón con el que improvisaba toda suerte de melodías. Pero no es hasta 1894 que al estudiar con D. Evaristo García Torres profundizó en los misterios de ese lenguaje maravilloso de los sonidos que es la música, estudiando armonía y contrapunto, elementos indispensables para todo buen músico y futuro compositor. Turina, cariñosamente, se refería a su maestro diciendo “... era un viejecito tan bueno como sabio.... a él le debo la buena orientación que me dieron sus enseñanzas... Me enseñó cosas que luego no he tenido que rectificar”.
En 1905 marchó a París, ingresando en la Schola Cantorum donde estudió piano con Moritz Moszkowsky y composición con Vincent d'Indy. Allí conoce a importantes personalidades del mundo de la música y dirige sus pasos creativos, tras un interesante encuentro que le acontece en el estreno de su op. 1 hacia la composición nacionalista. Es el propio Turina quien nos refiere la anécdota que hoy os contamos “...En los comienzos de Octubre del año 1907 se estrenaba mi primera obra en el Salón Otoño de París: mi quinteto para piano e instrumentos de cuerda. Colocados ya en el escenario vimos entrar, algo sofocado por la carrera, a un señor gordo, de gran barba negra y con un inmenso sombrero de anchas alas. Al poco rato el señor gordo se volvió hacia su vecino, un joven delgadito y le preguntó: ¿Es inglés el autor?. No, señor, es sevillano, le contestó el vecino completamente estupefacto... Al terminar la interpretación aparecieron de inmediato el señor gordo, acompañado del joven delgadito. Avanzó hacia mí y, con la mayor cortesía, se presentó: era Isaac Albéniz. Media hora más tarde caminábamos los tres cogidos del brazo por los Campos Elíseos grises de aquel atardecer otoñal. Nos instalamos en una cervecería... y ante una copa de champagne sufrí la transformación más importante de mi vida. Allí salió a relucir la patria chica, allí se habló de la música con vistas a Europa y de allí salí completamente cambiado de ideas. Éramos tres españoles y, en un rincón de París, debíamos hacer grandes esfuerzos por la música nacional y por España. Aquella escena no la olvidaré jamás, ni creo que la olvide el joven delgadito, que no era otro que el ilustre Manuel de Falla”.
Este encuentro con Isaac Albéniz en 1907 hizo que su música diera un giro y se orientara definitivamente hacia un nacionalismo inspirado en el folklore español.
En 1913 regresó a España estableciéndose en Madrid, donde alternó la composición con una intensa actividad como concertista, director de orquesta y crítico musical. Fue catedrático de composición en el Conservatorio Superior de Música y, desde 1939 Comisario General de Música, siendo el fundador de la Orquesta Nacional de España.

1 comentario:

Rosa María Calderón dijo...

"Los sonidos de la mañana" es un delicioso paréntsis de música en los "Recreos del Laguna de Tollón" por la exquisitez semanal en la selección de las piezas y de los compositores.